Métodos para construir el puente entre el corazón y el cerebro.
Practica:
Busca un lugar seguro donde puedas desconectar del mundo que te rodea. Cierra los ojos y deja que tu conciencia se desplace del mundo que te rodea al mundo que hay en tu interior. Trasladar tu conciencia del mundo exterior a tu mundo interior.
En el primer paso, cambia tu enfoque de tu mente pensante a tu corazón sensible. Para ayudarnos a conseguirlo, simplemente toca tu corazón de una forma que te resulte cómoda (con las palmas de las manos, los dedos en el centro del pecho…) y permite que tu consciencia vaya al lugar donde sientes ese toque.
Este es el primer paso y todo lo que hagamos en los próximos dos pasos reflejará este enfoque. Todo sucederá como si el enfoque viniera del corazón. Todo tiene que ver con el corazón.
La clave es exhalar por un periodo de tiempo que sea mas largo que la inhalacion, la razon de esto es porque este es un lenguaje para el nervio vago y el sistema nervioso parasimpático diciéndole a tu cuerpo que estas a salvo. Una forma puede ser, inhalar contando hasta cinco y exhalar contando hasta ocho. Continua respirando a ese ritmo o a otro ritmo que funcione para ti, respirando más despacio de lo que respirarías normalmente.
Siente los sentimientos de bienestar, gratitud, aprecio, cuidado, compasión… Estos son los tipos de sentimientos de la base del corazón que establecen un vínculo de baja frecuencia con el cerebro humano. En este paso es donde enviamos esta señal muy poderosa de nuestro corazón a nuestro cerebro, 0.1 Hz. Esa es la misma frecuencia del campo magnético de la Tierra.
Esto armoniza el Corazón, el Cerebro y todos los sistemas de nuestro cuerpo, y disminuye los niveles de estrés. Para hacer esta experiencia más fácil y universal para todos nosotros, puedes elegir sentir gratitud. No importa lo que esté pasando en el mundo que te rodea, siempre hay una razón para estar agradecido.
Sólo tienes que hacerlo durante tres minutos.