Elige uno de los nombres de Dios que sientas que te conecta con lo Divino o uno que resuene contigo. Si no encuentras ningún nombre que te resuene, puedes utilizar Amor.
Inhala y pronuncia el nombre internamente mientras te inspiras.
Ejemplo: Si elijo Jesús como nombre
Es importante hacerlo conscientemente. Identifica la emoción, respira profundamente, aguanta y suéltala al espirar.
Haz series de tres respiraciones, luego deja de respirar profunda y lentamente y vuelve a empezar.
Esta práctica es útil para canalizar y liberar las emociones o situaciones que te están afectando en el momento presente. También es una práctica de sanación interior para situaciones del pasado y eleva tu nivel de vibración.
Emociones: Miedo, ira, tristeza, exceso de pensamientos y melancolía.
Situaciones: Soltar las “cargas”, dejar ir, perdón….
Si quieres enviar la vibración del Nombre de Dios a otra persona: